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jueves, 17 de agosto de 2017

II Puna Salteña: Abra del Acay, La poma, Puente del Diablo.

II- Abra del Acay


Venimos recorriendo la puna Salteña, veníamos desde San Antonio de Cobres cruzando por el Abra del Acay para dirigirnos hacia la Poma.

Camino Desde San Antonio de Cobres al Abra del Acay.

 Hasta hace pocos años era imposible  pensar en transitar por este tramo de la ruta, a no ser que se tenga 4x4, pero pensándolo bien, aun es así, el camino es amplio y tranquilo desde San Antonio de Cobres hasta el Abra del Acay, el problema es desde el Abra hasta la Poma, el primer pueblo, al otro lado de este paso de montañas, uno de los mas altos del mundo. 


En el camino nos encontramos con una familia de suris, ocupando, muy orondos, el camino con sus plumas de un lado para el otro, también nos encontramos vicuñas y algunas llamas. 


Suri, en el camino.

En el abra hace frío corre mucho viento y es necesario completar un ritual de llevar una piedra hasta su apacheta en la parte mas alta del mirador.


Apachetas.


 Abra del Acay.

Se pueden ver todas las puntas de montañas: el Acay, el Tuzgle, el Queva, a lo lejos las  Salinas Grande, del lado opuesto el duro camino que nos toca hasta la Poma con sus precipicios y sus maravillas.


 Abra del Acay.
Cuando pudimos comenzar a bajar después de deslumbrarnos con el cielo tan cerca, y tan lejos a la vez, con un leve dolor de cabezas que rodea nuestros cuerpos, que padecen la falta de oxigeno a estas altura, casi 5000 msnm, comienza la complicada bajada por una camino muy angosto de ripio y piedras sueltas, de un solo carril y donde parece todo el tiempo que la caída al precipicio es posible ante cualquier error.

 A poco de comenzar esta travesía, nos encontramos con las nacientes del río calchaquí, son pequeños hilos que descienden de la montaña entre pompones verdes que tienen un nombre técnico: Yareta o azorella compacta, y que son los que recogen y escurren las aguas de las cimas. Pronto estas vertientes de agua comenzaran  a unirse a otras, haciéndose más poderosas y tomando una tonalidad colorada como muchas de las rocas circundantes.


Yareta.

Se baja muy lento, el paisaje es hermoso y muy inhóspito, no se ven casas, ni puestos, ni ranchos hasta mucho mas a abajo, no habrá a quien recurrir en muchos km de distancia. 


Oasis en las nacientes del Calchaquí.

Camino hacia La Poma.

Cerca de las dos de la tarde nos recibe la Poma con un sol cálido y luminoso para mostrarnos las bellezas de este pequeño poblado.


Cerca de La Poma.

El Pueblo de la Poma tiene su propia historia, fue destruido por un terremoto, allá por el año 1930, a pocos metros de las nuevas construcciones se encuentran viejos edificios del primer emplazamiento, que fueron destruidos por la voracidad de los movimientos telúricos.


Antigua plaza de la Poma.

La historia recopilada en diarios de la época nos cuenta una navidad trágica en la que  la tierra tembló.

 Aquella víspera de nochebuena el cielo anuncia una tormenta eléctrica, común para la zona, a tal punto que la patrona del pueblo es Santa Barbara protectora de rayos y centellas.

Para quienes hemos vivido la experiencia de sentir algún temblor (de menor envergadura que este) sabemos que se empiezan a oír ruidos, hasta que llega la sensación desagradable y peligrosa de que se muevan el sitio en el que nos encontramos. Nadie olvida que estaba haciendo segundos antes  de un movimiento telúrico fuerte, porque atemoriza y nos da sensación de fragilidad y finitud.

Dicen los relatos de los habitantes del pueblo que se oyeron fuertes estruendos para dar lugar al fragor subterráneo. Ademas de las grietas y desplazamiento de terrenos, dicen que en un cerro se abrió una gran grieta por la que se veía humo, lo que hizo pensar en una erupción volcánica, sin embargo se trato presumiblemente del encuentro de la humedad atmosférica y el calor subterráneo.
Al terremoto le siguió una fuerte tormenta, y dejo un saldo de 36 muertos y 120 heridos, mas la necesidad de reconstruir el pueblo en un nuevo emplazamiento.



Iglesia antigua de la Poma.

En la actualidad hay algunas familias que viven en la antigua traza, la mayoría casas de adobe. Entre callecitas de tierra se destaca la capilla, la plaza antigua y algunas casas aun en pie resistiendo al paso del tiempo y de la voracidad de la tierra, en un paisaje  colorido y de paz.
La Poma antiguo emplazamiento.

Inmediaciones de La Poma.

Por la tarde emprendemos otra caminata corta hacia el Puente del Diablo, unas formaciones rocosas y unas erupciones escondieron el cauce del río calchaquí, con el paso del tiempo el río fue esculpiendo un lecho subterráneo formando una caverna natural.
La  temporada seca desde abril a octubre es el momento propicio para visitarlo, pero nosotros fuimos en verano, por lo que el río es mas peligroso por el caudal que trae.

Quebrada del Puente del Diablo.

La senda llega al borde de una quebrada muy profunda y va sobre la margen Este del río, para luego cruzar hacia el otro lado y bajar hasta el lecho. 

Desde allí la aventura la realiza solo Roque, porque nosotros no podemos meternos en la caverna ya que trae mucha agua, pero desde afuera ya se ven las estalactitas y la oscuridad de la caverna.  El túnel tiene aproximadamente unos 110 metros de longitud y cuando se transita por dentro los ruidos son estridentes, y una gota parece un torbellino, la oscuridad y la corriente del agua hacen sus caminos, hay algunos brotes de aguas termales que se unen al torrente frío y al viento que se embotella dentro.


Puente del Diablo, La Poma.

 Estalactitas, Puente del Diablo, La Poma.

Puente del Diablo, La Poma.
Puente del Diablo, La Poma.
 Por fuera del túnel a nuestro alrededor  se elevan enormes paredes de piedra donde se ven casitas aéreas de los loros y otras aves que anidan en la quebrada, escondidos y protegidos de los depredadores.

El viento se encasilla entre esta rajadura en la tierra por donde viaja un río cristalino, frío y ruidoso por su lucha contra las piedras. 
 Sobre el puente del Puente del Diablo, La Poma.

La vuelta debe hacerse temprano porque muy pronto deja de darnos su luz el sol, mas arriba aun de día y con claridad todavía nos queda tiempo para tomar unos mates tranquilos cobijados por los cerros gemelos causantes con una de sus erupciones de este paisaje pomeño. 
Volcán los dos Gemelos.




Datos:
http://www.eltribuno.info/salta/nota/2011-6-5-21-26-0-el-terremoto-de-la-poma-de-1930
http://www.lagaceta.com.ar/nota/666729/sociedad/feroz-sismo-destruye-pueblo-poma-durante-navidad-1930.html#&gid=1&pid=1
http://www.lagaceta.com.ar/nota/666729/sociedad/feroz-sismo-destruye-pueblo-poma-durante-navidad-1930.html
http://www.culturademontania.com.ar/Historia/misterioso-tesoro-acay-salta.html

viernes, 16 de junio de 2017

I- Puna salteña: Por la Ruta del Tren de las Nubes.


Quebrada del Toro, Salta.

Campo Quijano nos recibió con lluvia tenue primero, para luego desatarse una tormenta, donde sus relámpagos, apenas dejaban ver la silueta de las montañas de Salta . Potentes truenos que retumban entre un villa turística enclavada a la entrada de la Quebrada del Toro.

La mañana siguiente amaneció con un sol tenue y aun tapado por enormes nubes blancas, luego de buscar por el pueblo de punta a punta, encontramos  una cafetería pequeña y cordial, cerca de la Plaza principal,  y sacamos las primeras fotos en una vieja locomotora a vapor.

Campo Quijano- Salta.
Mas tarde comenzamos a subir por la quebrada hacia San Antonio de Cobres, la ruta tiene muchos tramos ya pavimentados, aunque en la boca de la quebrada sigue siendo de ripio. Es nuestra segunda vez por estos caminos y otra vez nos envuelve con su belleza y sus colores.

 A pocos km. nos encontramos con los puentes de las vías del "tren de las nubes" que se desperezan orgullosos de entre las nubes bajas, cargadas de humedad,  las vías nos acompañaran durante gran parte de la travesía , en la actualidad se lo usa principalmente para turismo, pero que en su momento fue el modo de comunicación con los poblados de la puna salteña.


Vías del Tren De las Nubes.

En Ingeniero Mauri nos encontramos con un control policial permanente de Gendarmería Nacional, luego la quebrada se hace mas amplia y con una suave pendiente que nos comienza a elevar hacia las nubes.

Vías del Tren De las Nubes

Pasamos un pueblito pequeño de unas pocas casas y una hermosa capilla en el Alfarcito, luego el camino empieza una subida mas abrupta, adquirimos mas altura en pocos km.

Capilla en el Alfarcito.

Ruinas de Santa Rosa de Tastil

Nuestro itinerario contempla una parada: en las ruinas de Santa Rosa de Tastil, otro poblado pequeño que tiene un yacimiento arqueológico muy  importante.

 Tastil significa piedra sonora, y aquí rodeados de montañas pedregosas donde el clima es mas feroz para la supervivencia,  su nombre, cobra mas logica.


Santa Rosa de Tastil

 Pasear por la ciudadela y ver en el lugar en el que se ubicaron estos pueblos nos llena de preguntas desde como traian agua, hasta de que tipo de agricultura o ganadería vivian.

La zona estuvo habitada entre los años 1300 y 1400 DC, pero lo mas misterioso para los arqueólogos es que fue abandonada de repente por sus antiguos habitantes. No quedaron huellas de mortandad masiva o señales de destrucción por guerras, los objetos encontrados quedaron al ras del suelo. Investigadores como Mario Cirigliano atribuyeron el abandono de Tastil a un brote de enfermedad, pero basándose en la estrategia, militar y política del Cuzco, en las que, algunas comunidades, eran invitadas a sumarse a su vasto sistema tributario o eran desterradas hacia regiones remotas , otros investigadores estiman que Tastil pudo ser eliminada en el avance del Incanato y su población trasladada a otros sitios.

Santa Rosa de Tastil

Solo aquellos que corrieron por estos recovecos sabrán la verdad, que muchos años después, tratamos de reconstruir de a migajas, lo cierto es que han quedado los vestigios de una ciudadela grande donde se puede ver aun su trazado, las viviendas, plaza y enterratorios.

Santa Rosa de Tastil

 Una nube viajera nos persigue  hasta llegar a la plaza de la ruinas, mi pequeño salta en la tumba del cacique,  esta aprendiendo a saltar y estos recintos de piedra son ideales para que practique.

Viaducto La Polvorilla

 Mas tarde continuamos la ruta hasta el Abra Blanca a unos 4000 msnm para luego vislumbrar nuestro destino: San antonio de Cobres una ciudad grande en medio de el llano de las alturas a 3600 msnm, es temprano aun a si que decidimos seguir camino hacia: el viaducto . 

Abra Blanca.

San Antonio de Cobres-Salta.

El camino se desprende  de la ruta 51 hacia la mítica ruta 40, a unos cuantos km se divisa desde lejos el enorme puente de las vías  la polvorilla.


Viaducto La Polvorilla


Viaducto La Polvorilla

 Enormes gigantes de acero que unen las rasgaduras de la tierra, hay escalinatas para quien quiera subir por ellas pero nosotros optamos por algo mas seguro y menos cansador.



Viaducto La Polvorilla

 Volvemos el camino andado hasta una zona en el que se ven las vías y emprendemos una pequeña caminata de altura, hasta la parte superior de puente,  aquí liebres y ratones silvestres nos dan su bienvenida. 


Viaducto La Polvorilla


Viaducto La Polvorilla

El paisaje es atrapante: a lo lejos  la cumbre del Acay nos mira rodeada de nubes abrazadoras.

Viaducto La Polvorilla

Viaducto La Polvorilla

La altura se hace sentir y la caminata cansa antes de lo normal, pero el paisaje lo merece. de vuelta en el pueblo, buscamos donde quedarnos, aquí hace frio.


 La mañana nos encuentra en el pueblo, donde paseamos por sus calles tranquilas,  su iglesia enorme y su gente que se reúne alrededor de una plaza amplia y sin vegetación, y donde  los vientos circundan todo el año.

 Volvemos al camino, a emprender la parte mas alta de nuestro viaje, el Abra del Acay.Pero esa es otra historia.
Continuara...









miércoles, 29 de marzo de 2017

Volcan Antofagasta.



La mañana comenzó fría y ventosa, en un diciembre caluroso para nuestra llanura, lejana de este sitio: Antofagasta de la Sierra en la provincia de Catamarca. 

Pensamos caminar por estos recovecos de lava, que dejo una vieja erupción y que han quedado grabados en la tierra.

Vista desde Antofagasta de la Sierra hacia los volcanes.

                      Miramos a nuestro alrededor y priman los colores negros y arena. Mi niño es chiquito y aun no puede entender muy bien el concepto de un volcán despidiendo un mar de lava y fuego pero colecciona piedritas para tirar desde lo alto.

        El Volcán Antofagasta queda en Antofagasta de la Sierra,  prov de Catamarca. Se accede por ruta prov n°43    y queda a unos 320 km aproximadamente de Santa Maria, también en la provincia nombrada.
                              
Entre los pueblos de El Peñon y Antofagasta de la Sierra se esta construyendo una ruta nueva,  pero por el momento hay que animarse a pasar por los caminos de ripio . 

Vista panorámica El Peñon.
El Volcán de Antofagasta queda aproximadamente 8 km antes de llegar al pueblo homónimo, hay una huella que se desvía hacia el oeste, a los pies de la montaña negra.  

Tanto el volcán Antofagasta como el volcán La Lumbrera son los imponentes centinelas que dan la bienvenida a la puna Catamarqueña.

 Dejamos nuestro vehiculo en una gran playa de arena rodeados de piedras de basalto con sus formas moldeadas por la naturaleza .


Zona del escorial

 La senda serpentea entre las piedras, para sortear las mas altas, el camino es agradable teniendo en cuenta que estamos a mucha altura,  aproximadamente unos 3300 msnm, es normal la falta de aire aun si el esfuerzo es poco , y un pequeñito que no siempre quiere caminar nos complica la expedición.

Al pie de la montaña.
                                       
Cuando llegamos hasta la base del cerro era  ya cerca del mediodía, hacia calor , por lo que luego de recobrar el aliento y mirar hacia la subida que nos espera, pensamos y sentimos un poco imposible llegar a la cumbre.
Hay que protegerse el rostro y la cabeza de los potentes rayos del sol. 

Comenzamos a subir , yo cerrando filas , los zig zag que nos llevan a la cima nos dejan de nuevo sin aliento, pero  quedamos estupefactos  de las maravillas  que nos ofrece el paisaje desde lo alto: una visión más amplia de las montañas de arena y roca a nuestro alrededor. 

El estado de la senda es regular, la montaña es de piedras sueltas, la senda angosta y empinada, y a mitad de montaña hay un zig zag que tiene piedras muy sueltas y redondeadas que  te hacen subir tres pasos y bajar dos, porque es resbaladizo, por suerte luego mejora y ya se divisa cerca, la cima, donde está un cráter desparejo el cual tiene una senda/ huella para recorrerlo.

Llegando al crater.
                                       El volcan de Antofagasta tiene 4000 msnm , probablemente su ultima erupción fue en el holoceno, última época geológica del periodo cuaternario , a si que se lo considera  joven para la puna catamarqueña . Tiene forma de cono de escoria con depósitos de basalto negro. 

Crater.
                                        Ya en la cima, se puede recorrer el cráter, que, como muestra una foto, es de color rojizo. A nuestro alrededor vemos las montañas casi a la misma altura,  el volcán alumbrera, las montañas circundantes y abajo la laguna de Antofagasta, pequeño oasis entre tanta aridez.

Se pueden ver diminutas figuras, a lo lejos, son  los guanacos y flamencos que descansan en las mansas aguas saladas, mientras nosotros dejamos una ofrenda a la pachamama , ritual obligado por estos lugares en la cima.

Apacheta.
                                      
Desde lo alto se divisa también el pueblo de Antofagasta de la Sierra agobiado por los vientos, el frío y la aridez de esta zona, que en esta época (verano) matiza sus típicos colores marrones y grises con verdes tenues en las zonas que tiene acceso al río. Pastizales tímidos entre tanto pedregal y que sirven de alimento para los rebaños de cabras, ovejas, llamas y otros camélidos.

Laguna de Antofagasta.
                                      Nos tomo alrededor de 35 a 40 minutos desde el comienzo de los zig zag de la montaña y otros 40 minutos en la zona del  escorial. 

En la cima.
                                    

Arriba corre mucho viento a si que es mejor guarecerse en la parte mas baja del cráter.

 La vuelta es divertida y conviene hacerla rápido , los pies se hunden en las piedras sueltas de la senda, por lo que se baja, un poco, como en un tobogán, tirados hacia atrás, evitando las caídas, que entre tanta piedra, es peligroso.

 Luego la vuelta se hace mas tranquila entre el escorial negro, de una tierra sufrida que a quedado suspendida en el tiempo, petrificada.