Entradas populares

miércoles, 9 de mayo de 2012

Ruinas Incahuasi - Salta, Argentina

Ruinas Incahuasi

Las ruinas Inca Huasi están ubicadas en nuestra vecina provincia de Salta, mas precisamente se accede desde la Quebrada del Toro a la altura de la localidad de Ingeniero Maury. 

 La ciudad de Salta se encuentra a tres horas de ruta de Tucumán.Y aunque no es la primera vez que la visitamos , es inevitable dar una vueltita por el cerro San Bernardo para ver la ciudad desde arriba.



Luego de alistarnos con comida y ganas, nos dirigimos hacia la Quebrada del Toro por ruta nacional 51 pasando por Campo Quijano. 

Nos recibió un hermoso paisaje, es verano y los cerros se visten de distintos verdes en su extensión. En la entrada de la quebrada el camino es enrripiado, actualmente se está mejorando la ruta y existen algunos tramos ya pavimentados, es un camino de montaña con curvas pronunciadas y algunas zonas con derrumbes. 

Vamos siempre cerca de las vías del tren de las nubes observándose sus imponentes viaductos de hierro.

                               
                    
Llegando a Ingeniero Maury el paisaje se vuelve mas agreste, los cerros de colores extraños por su interacción con el sol nos devuelven distintas tonalidades lilas, amarillas y rojas, la vegetación es mas escasa abundando arbustos pequeños.

En la la localidad existe un puesto de gendarmería en donde es conveniente avisar y dejar los datos particulares en caso de cualquier eventualidad. Aqui se comienza la subida al cerro Gólgota, por un sendero bien marcado que nos llevará hasta el abra a 3200 msnm. 


La subida es dura y en constante zigzag, nos envuelve el aire seco de la quebrada dándonos un poco de respiro a nuestros corazones agitados. 

Nos lleva alrededor de dos horas y media llegar al abra, en cada descanso vemos alejarse cada vez mas la garita de gendarmería y mientras tanto van pasando, lentos, algunos algodones blancos de nubes que ingresan desde la boca de la quebrada y suavemente se elevan hacia las cumbres como acariciándolas. 

Ya cerca del abra se puede ver las cumbres del Nevado del Ancay a lo lejos y por debajo de nosotros van quedando las nubes algodonadas.

                               
                             
                               

Luego de dejar una ofrenda a la Pachamama en la apacheta del abra nos encontramos con una grutita de La Virgen de los caminantes y de nuevo la mezcla de tradiciones, signo de como nuestras costumbres se fueron fusionando.


La senda sigue ya en una bajada larga pero suave que nos llevara hasta las ruinas al final del camino, de aproximadamente 1 hora y media. Por momentos el camino es una senda angosta no apta para quien pueda padecer vértigo.


Las ruinas se encuentran en los faldeos próximos al río, donde luego de llegar tuvimos nuestro un merecido almuerzo, a continuación comenzamos la recorrida por esta ciudadela escondida entre cerros.

Posee paralela al río una calle principal que la atraviesa, se puede observar edificaciones  con sus típicas ventanas pequeñas y puertas bajas, presumiblemente reconstruidas para su uso por los actuales pobladores locales.

El emplazamiento es amplio con muchas construcciones de piedras de colores claros en ruinas, lo que permite creer que se trataba de importante población la que habito la zona, también hay corrales de uso actual que se encuentran en las inmediaciones . 
Lo mas significativo del lugar es un recinto, reconstruido y mantenido, en la que se encuentra una especie de sillón de piedras con formas de altar conocido con el nombre de Sillón del Inca.

  

Y para evocar estos parajes pedregosos recordé la canción de Atahualpa Yupanqui "Camino del Indio"
sendero coya sembra'o de piedras. 
Caminito del indio, 
que junta el valle con las estrellas. 

Caminito que anduvo 
de sur a norte mi raza vieja. 
Antes que en la montaña 
la Pachamama se ensombreciera. 
Cantando en el cerro, 
llorando en el río, 
se agranda en la noche 
lo pena del indio. 

El sol y la luna, 
Y este canto mío, 
Besaron tu piedras; 
¡camino del indio! 

En la noche serrana 
llora la que su honda nostalgia. 
Y el caminito sabe 
cual es la chola que el indio llama. 

Se levanta en el cerro 
la voz doliente de la Baguala. 
Y el camino lamenta 
ser el culpable de la distancia

                                

                                

Luego de recorrer este hermoso lugar que nos transporta a los tiempos antiguos, acompañados de los dulces acordes de la guitarra de Don Atahualpa y de una historia escondida entre las piedras, dejamos la zona corridos por unas nubes que avanzan peligrosas entre las altas cumbres.

En la vuelta por el mismo camino vemos a poco de caminar, un ruinoso pucará a lo lejos, que posee una privilegiada vista de todo el valle y nos despide entre humedas nubes blancas.

En la vuelta ya desde el otro lado del cerro se puede ver el poblado de Ingeniero Maury aún inmune a las nubes que nos envuelven.

                          



 

Salta-Enero 2012